19 de noviembre, 2023
Hoy entendí que vivo en un mundo que se fagocita a si mismo. Que no hay teorías ni valores que hagan que se mueva la aguja, siempre va a haber otros ideales con mayor fuerza que truenen cada momento en que creamos por un momento que hemos encontrado la paz.
Un mundo que está a la venta al mejor postor y que nosotros elegimos a quien se lo damos, solo si recibimos algo en ese interín, que obvio nunca representa la porción avasallante que se llevan los que más poder tienen. Y en el camino los seudo pensantes, los delirantes, nos quedamos quietos o absorbidos por no entender nada de lo que pasa. Y algunos otros a los que les dicen “capital” antes que “humanos” y a quienes abiertamente les dicen que van a formarlos en pos de lo que necesite la nación para ser más que el resto, en ese momento en que se debata qué rumbo seguirá la educación o las industrias, ellos están ahí esperando que les llenen los bolsillos.
Ya lo dije, yo no creo en los nacionalismos a no ser que sean positivos, los que diriman competencia me parecen absurdos, me bajonean. Porque las peleas del hombre con el hombre, son parte de este mundo que todo el tiempo repite patrones en tal o cual parte del globo.
Entonces de qué sirve buscar cambios, pensar sociedades distintas, abogar por consensos en el medio del odio y el foco puesto en el bien propio y en el de nadie más.
Hoy es un día difícil, hoy solo quiero agarrar mi cabeza, vaciarla como a una mochila y ver que hay adentro, revisar bien qué cosas si y que cosas no. Se que en momentos así hay que tener las convicciones más relucientes que nunca pero si todo el tiempo se sobreponen situaciones que te dan solo álgidos triunfos momentáneos para que después con un hachazo se esparsa todo nuevamente, qué sentido tiene aferrarse a cosas que me exhimen. De las que no debería debatir o preocuparme, de más por supuesto. De que servirá seguir comunicando, seguir escuchando, seguir leyendo…
Será que tengo que preocuparme solo en mi propio porvenir, en solo lo que yo pueda alcanzar y todo lo que pase en el medio será parte de ese medio. Será que el mundo es para los de corazón despiadado, será que soy tan sensible a este mundo que a mi no me sirve ser parte de el sino mirarlo de lejos, como alguien que ve como se prende fuego su casa pero sigue creyendo que las monedas van a brotar de las cenizas como se crían dólares en los bancos. Y que eso va a ser finalmente mi casa, mi cobija, lo que coma cuando ya no quede nada, ni la esperanza, solo el triste recuerdo de que en algún momento pensé que podíamos todos tener un jardín lleno de flores.
